Las personas con una demencia son objeto de un especial interés desde
los modelos de Atención Centrada en la Persona (ACP). La aplicación de estos modelos, donde un componente primordial
es la búsqueda del empoderamiento de la persona mayor y del apoyo a la
autodeterminación y control de su propia vida, plantea numerosas preguntas,
especialmente en el caso de quienes presentan un deterioro cognitivo muy
avanzado. ¿Los postulados de la ACP son válidos
y aplicables para las personas con una demencia severa?, un interrogante que a
su vez encierra otros muchos relacionadas con la consideración de “persona” de
quien padece una enfermedad como el Alzheimer cuando ésta llega a afectar de
una forma severa al funcionamiento cognitivo del individuo.
Edvardsson, Winblad, & Sandman (2008) en una revisión realizada sobre
la ACP aplicada a personas con Enfermedad de Alzheimer de grado severo, ponen
de relieve la importancia de que éstas sigan siendo reconocidas desde su
cualidad de “personas” y cómo esta
consideración –existente o inexistente- influye en la definición del buen
cuidado.
Estos autores argumentan que las personas con Alzheimer que están en
una fase avanzada de la enfermedad, debido a su progresivo e irreversible
deterioro cognitivo, tienden a ser percibidas por quienes les cuidan como
sujetos carentes de “personalidad”. Desde esta apreciación el buen cuidado se
tiende a identificar con la atención exclusiva de las necesidades físicas
(alimentación, seguridad, higiene, hidratación, control del dolor, etc.),
ignorando las necesidades psicosociales, lo que puede conducir a la
“cosificación” y despersonalización de la atención. Si por el contrario, se
concibe que las personas con una demencia severa mantienen, en parte, su
personalidad, el concepto de buena atención incluye además de la atención a sus
necesidades físicas, objetivos como mantener la comunicación y procurar un
entorno adecuado que cubra las necesidades psicosociales, y por tanto, proporcionar
un cuidado que va más allá de la mera realización de un conjunto de tareas
asistenciales.
Además, han enumerado los
principales componentes de la ACP en relación a las personas con una
enfermedad de Alzheimer de grado severo: a) considerar que la personalidad en
las personas con demencia se “oculta” frente a la idea de que se pierde
totalmente, b ) conocer la singularidad de la
persona con demencia en los diferentes aspectos del cuidado, c) ofrecer
una atención y entornos personalizados, d) posibilitar las decisiones compartidas, e) interpretar la
conducta desde la perspectiva de la persona y
f) dar la misma importancia a los aspectos relacionales que a las tareas
asistenciales.
Esta mirada hacia las personas con demencia avanzada la defienden
enfoques que tienen ya un largo recorrido como el interaccionismo simbólico
(Blumer, 1969; Goffman, 1959; Mead, 1934) donde el self se concibe como una construcción social y depende, por tanto,
del contexto social donde la persona
convive.
Esta visión se ha visto apoyada, igualmente, por algunos estudios que muestran que
personas con demencia severa que son atendidas
en entornos positivos donde se les siguen otorgando la consideración de
personas, éstas tienden a mantener comportamientos más competentes e incluso
llegan a exhibir momentos de “lucidez” (Norman, Norberg, & Asplund, 2002;
Norman, Henriksen, Norberg, & Asplund, 2005; The Swedish Council on
Technology Assessment in Health Care, 2006).
En línea similar, la terapia de
validación propuesta desde hace ya varias décadas por Feil (1993) se basa
también en el reconocimiento de las personas con demencia y sus necesidades
psicosociales, proponiendo distintas
técnicas de comunicación verbal y no verbal para facilitar el contacto y la
comunicación interpersonal con éstas.
Hay un asunto de
especial relevancia en la aplicación de la ACP a las personas con demencia: cómo
entender y aplicar el fomento de la autonomía personal,o lo que es lo mismo, cómo apoyar que
las personas puedan seguir teniendo control sobre su atención y vida. Este es
un objetivo básico, nuclear de la ACP, y lo sigue siendo también para quienes
tienen una demencia avanzada. No es un objetivo que sólo atañe a las personas
mayores que preservan una buena competencia para tomar decisiones y llevarlas
adelante. En este
sentido, se han señalado dos acepciones de la autodeterminación o autonomía
personal: como capacidad y como derecho (López et al., 2004).
La autonomía como capacidad se refiere al
conjunto de habilidades que cada persona tiene para hacer sus propias
elecciones, tomar sus decisiones y responsabilizarse de las consecuencias de
las mismas. La autonomía se aprende, se adquiere mediante su ejercicio,
mediante el aprendizaje que proviene de uno mismo y de la interacción social.
Se trata, así pues, de un ejercicio directo de las propias personas y desde su
propio control que se aprende.
La autonomía
como derecho hace referencia a la garantía de que las personas, al
margen de sus capacidades, puedan desarrollar un proyecto vital basado en su
identidad personal y tener control sobre el mismo. En el caso de personas con
una demencia avanzada, el ejercicio del derecho a su autonomía suele ser
indirecto, es decir mediado por otros y a través de los apoyos precisos.
Como comentaba en el post titulado Personas…con Alzheimer,
la adecuada atención a las personas con demencia va más allá de la atención
médica, de la estimulación cognitiva o del diseño de ambientes seguros. Nos
invoca a avanzar en estrategias orientadas desde el buen hacer técnico y ético
que permitan reconocer al otro desde su singularidad y sus capacidades,
otorgarle valor, apoyar su identidad y su derecho a seguir gestionando su
propia vida, aunque la incapacidad llegue a ser muy importante. Nos
conduce a no olvidar que quienes tienen una demencia avanzada siguen siendo
personas y, como tales, ciudadanos y ciudadanas portadores de derechos.
Personas dueñas de sus proyectos, siempre singulares, de vida. Proyectos de
vida que, ahora, requieren de importantes apoyos de los demás para seguir
adelante y poder ser disfrutados desde la dignidad y el bienestar.
24 comentarios:
La perspectiva, enfoque y como queramos llamarlo, que das sobre una fase en la que se incide en cuidados físicos, se prioriza en el cuerpo, en sus órganos, y se nos olvida, a TODOS Y TODAS, ¿donde queda la persona que continua siendo?, me reitero es admirable contar con profesionales como usted, donde el rigor, la profesionalidad y la humanidad van de la mano. Felicidades y millones de gracias.
¡Que necesidad tenemos de artículos como este!. Trabajar, vivir, bajo el enfoque de la ACP requiere reconducirnos a cada paso. Nos cuesta no ser paternalistas, así que estos artículos nos permiten armarnos con los argumentos que necesitamos para recuperar el camino. Cuando la persona tiene una demencia o una discapacidad intelectual profunda, tendemos a no tener en cuenta que es una persona con sus gustos, sus miedos, sus deseos y que nosotras somos sus acompañantes.Gracias Teresa. Un abrazo.
Gracias Felicidad e Itziar por vuestros comentarios. Acompañar y cuidar a personas con necesidades generalizadas de apoyo abandonando el paternalismo es todo un reto pendiente. No es nada facil y necesitamos de nuevas miradas y estrategias. Un abrazo!
Teresa : Muy interesante articulo .. y mut necesario entender precisamente Modelos de atención Centrados en la PERSONA..... En mi caso , yo vivo en Mexico ( Monterrey , N.L. ), y estoy en el área de Diseño de espacios para Adultos Mayores y personas con Alzheiemr.. Actualmente estoy también en la Academia en el Tecnologico de Monterrey, aqui en la ciudad de Monterrey, Mexico....
Puede visitan mi pagina en facebook: https://www.facebook.com/benjamin.ortiz.9022
Yo termine Arquitectura y luego una especialización en Gerontologia - Diseño de espacios para Adultos Mayores en Kansas State University ... y pues insistir en tener un ambiente físico adecuado para estas PERSONAS....
Saludos .... FELICIDADES NUEVAMENTE...... Mi correo es : benjam.ortiz@gmail.com
Gracias Benjamín por recordar y destacar la importancia del diseño ambiental en las personas con demencia, uno de los componentes habitualmente presente en los modelos de atención orientados desde la ACP. Desde hace décadas hay evidencia empírica que señala la importante relación existente entre ambiente físico y bienestar personal en personas mayores y en personas con demencia, siendo el componente ambiental especialmente relevante para quienes presentan altos niveles de dependencia.
Soy medico especialista en geriatría con mas de 28 años de ejercicio. Desde 1999 Atiendo dos centros dedicados al cuidado de enfermos con demencia, sobre todo demencia tipo Alzheimer. Digo bien " enfermos", muchos de ellos en fase muy severa, algunos encamados desde hace mas de 8-9 años y con deterioro cognitivo y funcional MUY SEVERO, osea no pueden realizar ninguna función sin ayuda de otra persona. Por supuesto que mi filosofía es tratarlos como personas y así se lo indico a los familiares, al personal auxiliar y de enfermería con el que hago "equipo" y trabajamos con las mismas directrices.
Me cuesta trabajo aceptar el concepto de ACP tal como lo planteais, como digo mas arriba por supuesto que tratamos con personas, pero estos no pueden realizar ninguna actividad por ellos solos ya que su grado de deterioro se lo impide, y somos nosotros lo que suplimos esas actividades con el mayor respeto hacia ellos y sus familiares.
Que no se me mal intrepetre, quiero dejar claro y que pensemos de que tipo enfermos estamos hablando: encamado desde hace años y con sus funciones cognitivas y funcionales deterioradas incapaces de relacionarse con el entorno, a los que hay que cuidar con mucho cariño y que la comunicación, verbal o no siempre hay que dársela.
Hay mucho que comentar sobre la ACP en demencias en fase severa. Soy médico especialista en Geriatría con 28 años de ejercido profesional y desde 1999 en centros geriátricos con enfermos con Alzheimer y otras demencias, muchos en fase muy severa. GDS 7a-f, por supuesto que el cuidado se centra en la persona, pero ni pensar que en esta fase ellos pueden participar en estos cuidados. Nosotros administramos esos cuidados sabiendo siempre que estamos atendiendo a una persona. Hay que estar y trabajar en estos centros y tener los conceptos y las ideas muy claras, para atender a este tipo de enfermos. Saludos
Muchas gracias Luis por compartir tu experiencia y opinión sobre el tema abordado. Desde las aportaciones que nos propone la Atención Centrada en la Persona, la autodeterminación (es un concepto amplio pero en los cuidados se concreta a través de la participación de la persona en su plan de atención) de quienes se encuentran en una fase de demencia muy severa se ejerce de forma indirecta, es decir, a través de otros (familiares, profesionales,...), debido, como bien señalas a su falta de competencia para decidir y llevar a cabo las acciones más simples de la vida cotidiana. La principal aportación del enfoque y modelos orientados desde la ACP es no renunciar al derecho de estas personas a seguir teniendo el control (aunque se ejerza de forma indirecta) de su propia vida y a que las decisiones y cuidados sean, siempre que sea posible, conformes a sus preferencias, modo y valores de vida. Para ello se propone el ejercicio de representar al otro (concepto diferente al de sustituir o decidir por el otro sin tener en cuenta su perspectiva), lo cual no es algo sencillo, ya que las preferencias y valores de vida pueden ser conocidos o no, han podido ser formulados formalmente, verbalmente, o no, o incluso entrar en conflicto con los valores o consideraciones de quien representa. La observación del bienestar/malestar de estas personas en su día a día nos da mucha información. Los profesionales y las familias tomamos decisiones continuamente por estas personas y ello requiere formación, escucha, diálogo con todos los implicados y consenso. Las habilidades de observación y escucha, no sólo a la persona sino a la familia, y de deliberación son esenciales para poder llegar a acuerdos sobre lo mejor “para, desde y con cada persona”. Estas habilidades son especialmente importantes para tomar decisiones cuando existan serias dudas sobre qué hacer, desde la búsqueda del “mayor beneficio” de la persona, pero sin que éste se aleje del objetivo de lograr mayor calidad de vida donde los aspectos subjetivos (muy unidos al contexto o situación concreta de cuidados) son primordiales. Comparto tu preocupación ante la complejidad de numerosos temas que atañen a las personas con una demencia severa y a su entorno familiar, entre ellas todas las cuestiones y decisiones relacionadas con el fin de la vida. La experiencia dilatada que muchos profesionales podemos tener, en el ámbito aplicado es, sin duda, muy importante. Sin embargo creo que la reflexión y la re-consideración de lo que pensamos y hacemos en el día a día, resultan indispensables. Al hablar de “personas con xxxx” frente a “enfermos/as” se pone el énfasis en la singularidad propia de cada individuo, con ello no se niega su enfermedad, ni su gravedad ni las importantes necesidades de apoyo que tienen, simplemente se sitúa a la enfermedad como una circunstancia, como un atributo, evitando que ocupe y constituya el núcleo esencial del ser. Con ello se pretende que el déficit y la enfermedad no diluyan en una categoría uniforme todo lo que la persona ha sido y que, según sea nuestra mirada, puede y debe seguir siendo considerada. Gracias, de nuevo, por expresar abiertamente tus dudas e inquietudes enriqueciendo este foro.
Interesantes como siempre tus aportaciones. Los que llevamos muchos años haciendo terapia con personas con demencia agradecemos referentes de lo que pensamos debe ser una atención integral.
Javier Bendicho
Interesantísima reflexión. Seguimos aplicando un modelo de intervención desde una postura de conocimiento absoluto. Las emociones no se pierden, los sentimientos expresados por las personas en fases avanzadas son reales, aunque no respondan a la conducta "esperada". Y como mínimo debemos respetarlos. No sólo debemos fijarnos en lo que pueden o no pueden hacer, sino también en lo que sienten cuando hacen o no hacen.. Y que difícil nos resulta bajarnos del pedestal y dedicar tiempo a observar. Muchas veces ves las caras de sorpresa de los familiares-cuidadores cuando pides que en las entrevistas estén los afectados. No debemos tomar decisiones sin tenerlos en cuenta, informarles, consultarles, tranquilizarles ante situaciones que les vienen impuestas.
Gracias Teresa, una vez más
Hola Javier, gracias por tu reconocimiento y por tus palabras. Tu reflexión en relación al componente emocional de las personas con una demencia severa no solo es oportuna sino de gran calado!. Un abrazo!!
Hola, Teresa y a todos, me emociona leeros, porque es maravilloso que seamos muchos l@s que veamos este trasfondo humano más allá de la demencia. Formo parte de una asociación llamada Moving Your Soul y la verdad es que este artículo me ha encantado, porque ofrece mucha documentación y un análisis muy rico. Nuestra experiencia como familiares de personas con demencia es algo indudable, pero contar con ciertas referencias científicas siempre es un apoyo para poder reforzar este mensaje a una sociedad muchas veces escéptica, que como dice Javier, a veces solo responde (respondemos) a argumentos lógicos. Si os apetece, os animamos a visitar www.movingyoursoul.com. Nuevos testimonios personales positivos, enfocados en la persona, son muy bienvenidos, pues ese es nuestro propósito! Muchas gracias por este trabajo y te seguimos! Beatriz.
Muchísimas gracias Beatriz por tu comentario. Gracias por recomendarnos vuestra asociación y web. El video del testimonio es fantástico. Hace mucha falta una nueva mirada ante el cuidado que repare y ponga en valor que quien recibe también da. Permite el desarrollo de aspectos muy sutiles pero reales y profundos. Me ha encantado "conoceros".
hola, estoy buscando bibliografía y éste artículo me ha gustado mucho. Estoy escribiendo un artículo para dar un curso el próximo sábado en Barcelona. algo así como:
DETERIORO COGNITIVO EN PERSONAS CON DAÑO CEREBRAL ADQUIRIDO Y ALZHEIMER: EL MIEDO Y EL ESTRÉS COMO FACTOR DE RIESGO. Talleres de Arteterapia Y Musicoterapia como factores de protección con un enfoque centrado en la persona, porque me he quedado traumatizada al observar el funcionamiento de algunas residencias de mi comunidad autonóma con pacientes con alzheimer o secuelas de daño cerebral adquirido. Trabajando desde un enfoque asistencial y manicomial que ya no se utiliza ni en los psiquátricos más antiguos. Cosificando a las personas como si no tuvieran sentimientos... Cosificando a las cuidadoras, con sueldos indignantes. Trabajando dos personas con 30 pacientes a la vez, con grados de deterioro diversos. Soy psicóloga y neuropsicóloga y llevo trabajando 30 años en Instituciones en el ámbito de la infancia, adolescencia y familias. El nivel de calidad tanto profesional como humana en el que he trabajado ha sido muy bueno, y no podía imaginar que esto estaba ocurriendo en pleno siglo XXI. Muchas gracias, hay mucho trabajo por hacer.
Hola a todos. espero que mi aportación esta vez la mande bien.
Debo decir que mirando atrás debo dar la razón pues nuestra atención en los pacientes mas bien es siempre cuidados físicos y en la mayoría de los casos y en estados avanzados de personas de alzheimer solemos descuidar el trato como persona. Ya sea por la escasa comunicación que podemos tener con ellos debido a su estado cognitivo, aunque la mayoría de las veces por falta de tiempo en nuestras tareas. Me alegra leer sobre esto, ya que te hace pensar si realmente estamos haciendo bien las cosas. Es difícil pero hay que ir intentando cambiar para ofrecer un trato más personal, a cada paciente.
Todas las personas deben ser trasladadas exactamente igual que siempre.
Estén en el grado que sea el respeto, el afecto y trato humano hasta en el momento donde están muriendo.
Yo incluso después del fallecimiento mantengo todo lo anterior comentado.
Y me despido de ellos con una frase.
FELIZ VIAJE.
Hola yo estoy con un usuario alzheimer y repite mucho lo mismo y con cariño le contesto y me dice gracias
Me gustó mucho este tema sobre el modelo centrado en la persona con demencia,y sí veo la importancia de que los cuidados vayan encaminados a todas las áreas que conforman a una persona como es : física, psicológica, social y espiritual
y les demos esos apoyos para seguir adelante por su dignidad y bienestar.
2 de abril 2020
En ocasiones, al verlos tan indefensos, nos hace ser maternalistas y dar por hecho sus gustos y lo que quieren elegimos por ellos, gracias por ayudarnos a no olvidar que ante todo son personas
Importante seguir el camino de LA ACP pues es la forma de que tengan un bienestar íntegro, recordándoles y haciéndoles sentirla persona que son
Muchas gracias
Sobre todo, trabajo con personas con la enfermedad de Alzheimer avanzado y encamadas de largo tiempo, las cuales dependen íntegramente de su cuidador, en mi caso me inspiran un gran sentimiento de amor y protección, les hablo continuamente mientras les atiendo, les canto incluso le cuento anécdotas graciosas, y he observado como sonríen, les beso y me corresponden, ellos llenan mi alma de alegría, ellos me dan mucho más de lo que yo les doy. Me siento agradecida por atenderles, son cómo mi familia.
Las residencias las asoció al tráfico de humanos por servir interés de rendimiento de capital . Fallida atención en todos los sentidos: pésima comida, trabajadores sobrecargados y con lesiones musculares, con dolores etc, ancianos estresados y que sufren la consecuencias de lo mismo a nivel de higiene y de atención en todos los sentidos (en algunas residencias te prohíben saludarles) y si da igual si son de las comunidades. Lo más bonito las paredes y los jardines.
Interesante reflexión sobre la enfermedad del Alzheimer y el deterioro cognitivo en general. Recordada que una alimentación equilibrada y una rutina saludable también son claves para prevenir este tipo de trastornos.
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